Estuvimos con José trabajando en un mural durante dos tardes de sus vacaciones de invierno. Sentí una hermandad que me hizo acordar a Vincent y a Theo.
Después se me salió esto que sigue:
Van Gogh nos limpió los vidrios
Hermano.
Colgamos los pinceles y al fin subimos al auto.
Quedamos negros.Cansados.
Silueteados en la inercia del día.
Rojos,
los árboles nos miran con sombras caladas por sus huesos (miles).
Azafran es el camino atento
que marca el sol -la quinta rueda-
Y así,
presurizados en el silencio de las ventanillas altas,
intimidados tras una reversa de opulenta mímica,
pasmados por la evidencia que empujan las horas,
lo vemos encerrado en el paisaje de la calle eterna...
Y hay mil arrugas
en el cielo verde, retobado,
y en los veinte pesos que le das,
hermano,
a ese par de ojos
de fondo violeta,
de pupilas grises,
de angustia ambarina.
-¡Gracias maestro!
-Mañana volvemos.
Van Gogh con sus trapos
nos limpió los vidrios.
Mendoza, julio de 2013.
Un sonido que no entiendo
martes, 23 de julio de 2013
domingo, 7 de julio de 2013
Solsticio de invierno
Solsticio de invierno
Mientras rezan hoy en Machu Picchu,
amontonados como perejil en maceta.
Mientras las banderas de ayer se descongelan,
y Belgrano se muere
de frio en calzas blancas.
Mientras los pedazos de sol tocan la casa
macerados por aquellas horas lentas.
Mientras este solsticio de invierno.
Mientras el niño duerme
redondo y calentito.
Mientras escribo en el taller
aún frío.
Mientras los amigos llaman desde lejos.
Mientras José pedalea libre
allá, amarillo.
Él abre la tranquera cuando quiere
y me convida un mate,
mientras…
Lujan de Cuyo, 21 de junio de 2013.
martes, 2 de julio de 2013
José, o el ciclista que todos llevamos dentro
Confianza
de que el aire alcanza
sin un cielo definido:
solo
basta
pedalear
No hay piñón fijo
ni pisada horizontal.
Lo mesmo es aqui dentro
que cruzando a Chapadmalal.
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