Un sonido que no entiendo
sábado, 27 de agosto de 2011
Motivos para el motivo
Pienso en el viejo Renior.
Él decía -palabras más, palabras menos- que los motivos simples son los que perduran.
Lejos del moderado reflejo de sus siestas aterciopeladas.
Distante del tacto atalcado de sus hombres y mujeres sin prisa.
Abstemia de perfumes florales y pasteles mantecosos.
Al sur del sur,
intento comprender su eco en mi casa,
su escuela en mi caso.
Me sale otra cosa: Las imágenes que trascienden son las que nunca dejamos en paz.
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